Durante muchos años, LED ha sido la solución obvia cuando se trata de una solución digital grande y visible.
Si decimos Nueva York y Times Square, la mayoría de la gente visualiza los enormes LED que rodean la plaza. Enormes canales de comunicación digital que gritan sus mensajes y ayudan a crear ambiente pero también despiertan curiosidad. No es una subestimación decir que la tecnología LED, más o menos, ha revolucionado el mundo en torno a la cartelería digital y los canales de comunicación digital en general.
La razón es simple. A medida que la tecnología se ha desarrollado y los precios han disminuido, las posibilidades modulares con LED han creado posibilidades completamente nuevas. Al ensamblar fácilmente partes más pequeñas en una unidad más grande, ha sido posible construir pantallas en tamaños que antes no habían sido posibles, o al menos muy complicados y costosos. Pero ahora es el momento de repensar, ya que el LED también ha comenzado a tener lugar en los formatos más pequeños.
Es hora de revolucionar toda nuestra industria nuevamente
El tamaño importa, pero la forma y la forma son más importantes Es fácil suponer que una pantalla grande atrae a los espectadores. Y aunque en el pasado era una verdad, esto ha cambiado.
A medida que las pantallas grandes se vuelven una parte cada vez más común de nuestra vida cotidiana, nuestro cerebro funciona como siempre lo hace con lo que ocurre con frecuencia, lo clasifica y dirige la atención a otra cosa. Por supuesto, dependiendo del contenido, pero para enfatizar un punto, generalizamos. Lo que antes nos impresionaba ya no nos hipnotiza, ni genera un “¡Wow!”
Al utilizar el poder de la tecnología con la creatividad humana, es posible romper la norma, pensar en grande y crear tamaños, formas y formas completamente nuevos, lo que puede hacer que el cerebro dirija su atención hacia él y luego se concentre en lo que se muestra en las pantallas.
El ejemplo más fácil para visualizar esto es que imaginamos cuatro pilares de esquina alrededor de un puesto en una tienda. Construyendo los extremos a modo de pantallas y dividiendo el contenido por los cuatro lados, de forma que juntos muestran un todo según el ángulo desde el que miremos, hemos creado una instalación que hace pensar al cerebro. Rompe el patrón habitual de cómo "debería" verse una pantalla. Rompe el patrón en torno a lo que esperamos y, por lo tanto, despierta automáticamente la curiosidad y el interés del espectador.
Por lo tanto, el tamaño importa
Pero no tan grande es necesariamente mejor, al contrario. Y lo que realmente importa es el formato.
En términos de contenido, crea un nuevo tipo de demandas, pero ese trabajo se ve facilitado por un software de cartelería digital inteligente en segundo plano. Sin embargo, quienes producen el contenido deben aprender a pensar nuevo porque básicamente es una nueva forma de comunicarse.
Los canales de comunicación digital del futuro son, pues, cada vez más, pero también cada vez menos que antes. Y en el centro está nuevamente el LED como tecnología. Pero para el LED del futuro, la pantalla pequeña, también se requiere un software de cartelería digital significativamente más inteligente y, no menos importante, creadores más inteligentes. Para el futuro no tiene formatos fijos.
FUENTE: www.digitalsignagetoday.com
